miércoles, 4 de agosto de 2010

El fútbol el opio de los pueblos

Hace bastante tiempo leí un texto de algún celebre escritor con este título, no recuerdo de quién fue, y al fin de cuentas es lo menos importante. Como muchas veces sucede cuando leemos algo, conforme pasan los años, los detalles de una lectura se van desgastando. Al final solo nos queda el sabor de ese argumento, el núcleo del texto. El núcleo de aquel texto, era el título de esta nota. Muy al estilo de Marx, que llamo a la religión el opio de los pueblos, argumentando que con la religión los sistemas políticos tenían adormecidos a los habitantes de sus naciones. Pero en esto días en que la religión ha tomado un nuevo rumbo, y la política también, se necesitaba otro tipo de adormecimiento. Así el fútbol vino a tomar el lugar que merecía, el de mover masas, el de volver adictos a miles de personas. Por algo lo llaman el "deporte rey", a veces he visto la adoración a un equipo en especial, no sin una sonrisa en el rostro. A veces parece risible, para uno que es ajeno a ese tipo de fantismo, pero cada quien es libre de tener una adicción de ese tipo. Pero muchas veces, tiene el efecto del opio, adormece los sentidos, no deja que pensemos claramente, nos aleja de cosas más importantes. Si el pueblo quiere fútbol, hay que darle fútbol, eso los mantiene alejados de cosas de verdad importantes, se alejan de su realidad, de la realidad de su país, de la realidad del mundo. Estás acaso tan adormecido como para no pensar en esto.

LA CABALLEROSIDAD DEBE MORIR

A pesar de que la sociedad actual ha cambiado y evolucionado en muchos sentidos, hay algo que no ha cambiado, a pesar de que la mujeres lucharon por un idealismo de igualdad, la mayoría de las descendientes de esa generación, aunque creen en eso, en la vida real no lo practican.
Hay quienes creen en una igualdad de derechos, pero no creen en una igualdad de situaciones, el mundo sigue dividido en base a sexos, en base a condiciones anatómicas cuando en esencia somos lo mismo, los mismos derechos, las mismas obligaciones, nadie es más, nadies es menos.
Por eso yo me opongo a ese servilismo inútil y sin sentido, ya sea de cualquiera de las dos partes, pero sobre todo a esa cosa llamada "caballerosidad", ¿no se dan cuenta de que así como muchas cosas de nuestra tonta sociedad, es un tipo de desigualdad?
Es posible verlo desde dos puntos, ya seaque la mujer es un ser inferior que necesita del cuidado y de la atención extrema de los hombres, no es posible que realice nada sin tener a un hombre que esté detrás de ella. El hombre en su eterna superioridad debe mantener a la mujeres, que es un ser indefenso e inútil, en una especie de estatus en el cual a pesar de poder hacer las cosas por ella misma, sin un hombre no sería lo mismo. Por otro lado, se puede ver como que las mujeres gozan de un derecho extra que no poseemos los hombres, es decir, que estamos para servirlas.
No ven que cualquiera de las dos posiciones es lo mismo, ni machismo, ni feminismo, ¿No se dan cuenta de que cualquiera de los dos es lo mismo?
Odio a esas mujeres, que creen que por simple hecho de ser mujeres, merecen respeto, y un trato especial, gánense el respeto, ustedes se lo merecen por el simple hecho de ser una persona con dignindad y derechos, digan lo que piensan, sin mantener un tono de exigencia, no hay nada más desesperante, incomodo y odioso, que una mujer malencarada y con aires de superioridad.
Odio también a esos hombres, que miran con desdén a las mujeres, que no ven los seres maravilosos que tienen ante sí, que creyendose superiores, o creyendose la frase de: "porque así me lo enseñaron a mi" se someten a la insulsa caballerosidad, no es necesario demostrarle a una mujer por medio de pueriles costumbres un false y estúpido interés.
No es que esté en contra de la buena educación, simplemente estoy en contra del mal sentido de la buena educación, si eres hombre, y sientes que para tí está bien hacer una de esas cosas que llaman "caballerosidad" piensa cada ves que lo hagas, la verdadera razón de tus intenciones.
Adoro a esos hombre y mujeres que libres de convencionalismos son capaces de ser reales consigo mismos y sobre todo con los demás, que son capaces de ver que la igualdad no es solo de derechos, también es de obligaciones, que lo mismo es para uno, como lo es para el otro, que son capaces de ser más que una persona definida en un rol por su sexo, y son seres humanos en su forma más pura y simple.
A quien piensa como yo, suerte, a quien no, ten al menos la desencia de leer lo que pienso por unos minutos, yo llevo toda una vida oyendo lo que tu piensas.

Leyendas de Guatemala

Es extraño como nuestras leyendas guatemaltecas cambian, desparecen y se transforman
Muchas de ellas ya no son como eran
su forma original cambia
aún así, en esencia son lo mismo

La llorona ya no suena a media noche para ponernos los pelos de punta
en vez de eso se escuchan ambulancias
ya no llora por su hijo al que ella asesinó
llora por los hijos de este país
herido o muertos, llora para salvarlos

La siguanaba no es una mujer de cuerpo exótico que atrae a los mujeriegos
es aquella niña que es obligada a vender su cuerpo
es aquella mujer que no tiene otra opción
es esa anciana que no tuvo más oportunidades
su cuerpo si te atrae a la muerte
a una muerte con enfermedades
y no solo la tuya, también la de ella

Los penitentes que deambulaban en la noche
y que mantenían a la gente dentro de su casa
ya no son penitentes, son delincuentes
aunque muchos de ellos son los dos
arrastrando cadenas de resentimiento
arrastrando en sus espaldas la vida de gente honesta
y como los penitentes el toparte con ellos te cuesta la vida

El cadejo, [como muy sabiamente los comparó Ricardo Andrade]
era ese perro que cuidaba a los borrachos
y ahora parece que el color negro de su pelaje
se ha transformado en un uniforme negro
lo centelleante de sus ojos, ahora es una sirena
nunca sabes si te tocara "el bueno" o "el malo"
y al menos siempre de quitaran algo con una buena "mordida"

El sombrerón ya no es ese chaparrito (aunque muchas veces si)
que seduce a las mujeres con sus cantos que encantan
y su guitara melodiosa
es ese chico que sin saber nada de la vida
y sin saber ni como, ha seducido a una mujer
y ella no termina con la cabellera trenzada
sino que con un niño sobre la espalda
y como el sombrerón muchas madres tratan de alejar a sus hijas de él
pero pocas veces con algo de éxito

La tatuana no es una bruja que se escapa de la cárcel en un barquito
es ese delincuente que sale tan fácilmente de la cárcel
navegando en un mar de impunidad
es aquel que el barco del dinero libera facilidad
y como la tatuana... no recibe el castigo merecido
pero hay muchos que no salen
y se mantiene ahí... engordando a costa de la gente honesta

Estas historias, leyendas tan únicas como Guatemala
han cambiado tanto... que ya ni siquiera es posible contarlas
sin sentir tristeza, y clamar al cielo... que las cosas fueran como antes
donde el único temor de estas leyendas... era mágico no trágico