Tierra de nadie y tierra de
todos, ahí dejan todos algo, y todos encuentran algo. Nada de lo que está
dentro de ella tiene dueño, y nadie que esté dentro de ella puede ser dueño de
algo. Entre en ese inhóspito lugar buscando aquello que me hacía falta para ser feliz, sin darme cuenta de que solo encontraría lo que a otras personas
las hacía infelices. Justo al medio de un conflicto, dónde no sabes quien es tu
aliado y quien es tu enemigo. Dónde tus amigos pueden llegar a ser tus peores
enemigos. El lugar lleno de resecas brezas, fango, charcos, suciedad, sangre y
muerte. Tal vez le dicen así porque en ese lugar pierdes tu identidad, dejas de
ser quien eres y pasas a ser nadie, tu vida no vale nada y tampoco la de los
demás. Las pertenencias de los demás, especialmente de los muertos dejan de ser
suyas, inclusive las tuyas. Dejé lo que tenía que dejar en ese lugar y
tome lo que debía de tomar. Dejé mi vida ahí y tomé la vida de alguien más.